Fallece Cira «La Morena» a causa del Covid-19, ella era el alma del pescado a la talla

Para nadie es un secreto que el pescado a la talla es una de los mejores agasajos que puede uno recibir en Acapulco. Y nada suma sabor como la alegría de Juana la Cubana, hija de Cira la Morena, quien fue leyenda al iniciar una de las marisquerías más famosas de Barra Vieja y falleció por COVID-19 la noche del 8 de junio.

El platillo estrella de Barra Vieja no es más que la combinación de recetas creadas por diferentes personajes que le dan vida a la región. Dicen por ahí que Beto Godoy tuvo la iniciativa de cocinar un pescado a las brasas y fue Cira quien agregó una marinada increíble que hoy lo hace único.

Lo que hizo famosa a Cira la Morena y a su familia fue una combinación de chiles, cebolla, ajo y un poco de mantequilla. Todos los días, ella y sus cuatro hijos atendían un restaurante que incluso durante la contingencia sanitaria seguía dando servicio.

Los familiares de Cira platican que nuestra cocinera consentida de Barra Vieja se contagió de COVID-19 por seguir trabajando durante la pandemia.

El restaurante es una institución de la comida de mar. Tan solo llegar al estacionamiento, los aromas del carbón en el que se asan los pescados incitan a quedarse. Caminas unos pasos más y aparecen las hijas de Juana preparando los platillos especiales en una cocina abierta: camarones endiablados o los que se preparan con cebollita y chile serrano.

Juana, alegre y auténtica, atesora en una pared las fotografías de todas las personas famosas que pasaron por su restaurante a deleitarse con el pescado a la talla ya sea posando con ella o con su madre. La música a todo volumen y su maravillosa forma tropical de ver la vida le dan sabor al restaurante que su madre le heredó.

Ahí, ella se encarga de recibir a los comensales y darles un rato muy agradable con su cercanía y calidez. Enseñó a cada uno de sus cuatro hijos el oficio y creó un imperio con tres distintos inmuebles donde la familia apapacha, a su tropical y única manera, a los visitantes de Barra Vieja.

¡Buen viaje, Cira!